Al instalar sistemas de videovigilancia, el propietario de una tienda debe considerar áreas más allá de las entradas de la tienda, ya que generalmente hay muchos lugares diferentes donde un ladrón podría acceder a la tienda. Además, no importa si es una pequeña tienda de comestibles local, una cadena de tiendas nacional o una gran tienda de compras, tu tienda es vulnerable al robo.
Las siguientes ubicaciones son lugares obligados para instalar cámaras de seguridad:
Dentro de la tienda minorista, la caja registradora y el área de pagos de efectivo son el lugar clave para la videovigilancia. Es un lugar vulnerable tanto para hurto como para robo de parte de empleados. Los empleados deshonestos pueden manipular el cobro evitando cerrar transacciones en efectivo, anular transacciones y regalar mercancías a amigos y familiares o vender a sobreprecio y embolsarse la diferencia.
Por lo tanto, una cámara de video de alta definición debe monitorear esta área. La cámara de video HD puede capturar imágenes de alta definición y ofrece un gran detalle que puede brindar evidencia visual con video grabado de cada transacción de los empleados.
Además, el propietario de la tienda puede instalar cámaras ocultas cerca de la caja registradora, lo que ayuda mucho a atrapar a los empleados deshonestos que roban de la caja registradora cuando piensan que nadie los está monitoreando.
Al pensar en dónde colocar la cámara de seguridad, puede parecer obvio que las entradas de las tiendas son la ubicación correcta. Comúnmente, los ladrones buscan mercancías no aseguradas cerca del frente de la tienda con las que puedan agarrar y salir rápidamente.
Para proteger la entrada de tu tienda, debes instalar cámaras de seguridad destinadas a las entradas, también puedes agregar estrategias adicionales para evitar el robo. Estas estrategias incluyen:
Asegurar y monitorear las entradas de las tiendas es definitivamente esencial para los propietarios de tiendas, y tener una cámara de seguridad visible cerca de las entradas de las tiendas es su primera línea de defensa para evitar el robo. Una cámara de red de megapíxeles o una cámara analógica HD ofrecerá video de megapíxeles de al
Las bodegas y las instalaciones de almacenamiento son objetivos principales para el robo. Los depósitos distribuidos en complejos extensos pueden ser difíciles de asegurar. De hecho, se estima que el robo de empleados le cuesta a los empleadores de Puerto Vallarta millones de pesos anualmente. Con la ayuda de una cámara de seguridad cuidadosamente colocada, los propietarios de tiendas pueden enfocarse en áreas de riesgo y minimizar la amenaza de robo.
La primera línea de defensa para reducir el robo de empleados en el almacén es instalar cámaras de seguridad altamente visibles que ofrezcan capacidades de vigilancia con poca luz junto con altas resoluciones. Algunos consejos para cámaras de seguridad de almacén:
Monitorear los puntos del perímetro (exterior de su tienda) es esencial para protegerla. Estos lugares incluyen puertas y entradas frontales, puertas y salidas traseras, ventanas, lotes de empaque y muelles de carga. Son objetivos principales para el vandalismo y el robo.
Para asegurar y monitorear el perímetro, puede instalar una cámara domo a prueba de vandalismo que brinde protección contra impactos y vándalos, junto con cámaras de seguridad para exteriores que admiten visión nocturna de largo alcance. Según las estadísticas de delitos, es mucho menos probable que los ladrones apunten a zonas bien iluminadas, puede instalar una iluminación adecuada alrededor del exterior de su edificio. Los propietarios de las tiendas pueden instalar luces de inundación de movimiento PIR sobre áreas propensas a robos para crear un elemento disuasorio fuerte.
Los muelles de carga tienden a ser objetivos principales para el robo, debido al flujo constante de mercancías que se envían. Sin una vigilancia y seguridad adecuadas, es muy fácil para un empleado, conductor de entrega o ladrón robar mercancías del muelle de carga durante una entrega programada o no programada.
A veces, los empleados dejan abiertas las puertas del muelle de carga para proporcionar flujo de aire, o simplemente se olvidan de cerrarlas después de una entrega, lo que proporciona a los ladrones un fácil acceso para ingresar a las instalaciones y robar bienes.